Las Mujeres en la Tariqa Mevlevi
Camille Adams Helminski
Traducido al español por Patzia Gally
DESDE EL AMANECER de la conciencia, los seres humanos –hombres y mujeres—han transitado por el camino de la unión con la Fuente del Ser. Aunque en este mundo de dualidad podemos encontrarnos bajo formas diferentes, en última instancia no hay hombres ni mujeres, sólo hay Ser. Esta verdad siempre ha sido reconocida dentro de la Tariqa Mevlevi, la rama Mevlevi del Camino Sufi.
En la familia de Mevlana Yalal al-din Rumi, la belleza espiritual y la sabiduría de las mujeres han sido tradicionalmente reconocidas, se les ha honrado y están invitadas a participar en todos los aspectos del camino espiritual. La familia de Rumi tuvo, también, una larga trayectoria en la que reconoció la sabiduría y belleza espiritual de las mujeres. Su abuela, princesa de Jorasán, fue la primera que encendió la chispa de la búsqueda en Bajauddin Veled, el padre de Rumi. Bajo su cuidado y tutela, (el padre de Bajauddin murió cuando este tenía dos años) él se convirtió en el “Sultán de los gnósticos” y en una luz espiritual de su era. Mu’mine Hatún, la madre de Rumi, fue una santa y una mujer muy devota a la que Rumi quiso mucho. Mu’mine Hatún era la hija de Rukhneddin, el gobernador de Balj en lo que ahora es Afganistán.